Evacuación segura

Cuando se trata de proteger su vida y sus propiedades, no hacemos concesiones.

Trabajando con nuestro equipo de expertos, podemos ayudarle a maximizar la seguridad durante una emergencia.

Hoy en día, la evacuación segura se ha convertido en un tema crítico para el negocio debido a la complejidad tecnológica de los edificios y a una fuerza laboral que a menudo es difícil de localizar. Así que si no ha actualizado sus procedimientos de evacuación, ¿no es hora de que lo haga?

Detectar. Alertar. Evacuar.

La planificación para la evacuación segura de edificios comerciales e industriales es un desafío para los propietarios y gerentes de edificios debido al complicado entorno de riesgo y regulación.

Un entorno cada vez más urbanizado y complejo, combinado con una creciente diversidad de amenazas a la seguridad, significa que los propietarios y administradores de edificios necesitan reevaluar la forma en que protegen a las personas y a los bienes, así como garantizar la continuidad del negocio que puede estar en peligro en una emergencia.

Otras consideraciones que hay que tener en cuenta son el posible rango de edad y la salud de las personas que visitan el edificio. De forma semejante, durante una situación de emergencia, el pánico se intensifica y la toma de decisiones puede verse afectada. Esto puede provocar situaciones de colapso, retrasos y, en algunos casos, conducir a la gente a lugares poco seguros. 

La evacuación segura de edificios puede resultar cada vez más difícil cuando un porcentaje de visitantes no está familiarizado con la distribución y los procedimientos, y en particular si se encuentran en locales grandes, muy poblados, de alto riesgo o complejos, como estaciones de ferrocarril, centros comerciales, aeropuertos, estadios, edificios gubernamentales o instalaciones de ocio.

Los propietarios y administradores de edificios tienen la obligación de proteger a las personas, los bienes y la continuidad del negocio. El no tomar medidas responsables deja a las empresas vulnerables no sólo a la pérdida catastrófica de personas y bienes, sino también a las implicaciones financieras, legales, operativas y de reputación.